Edith Piaf |
Gracias a su caracteristica voz y a su actitud insolente no tardo en ganarse muchos seguidores y detractores. En 1936 grabo su primer disco, y tras unos polemicos meses debidos al asesinato del dueño del local donde debutaria, Piaf se pasa al Music-Hall de la mano de su amante Raymond Asso, empieza asi una andadura progresiva de exito y turbulencias emocionales. Durante la guerra, la antes conocida como "La Mome" se cambia el nombre definitivamente a Edith Piaf y se dedica a cantar en los clubs formando parte de forma ambigua de la resistencia en la invasion alemana. Al acabar la guerra graba uno de sus mayores exitos "La vie en rose", una de las canciones mas versionadas de la historia y que aun hoy no ha perdido ni una pizca de su emocion.
Mientras su nombre crece dentro del mundo de la musica sus amores van cambiando hasta que en Nueva York conoce al boxeador Marcel Cerdan en 1948, la mayor de sus aventuras que la marcaria para siempre tras la muerte de éste en una accidente de avion un año despues. Edith, hundida y destrozada se vuelve adicta a la morfina y canta su famoso "Hymne à l´amour" en su honor.
En 1956 y despues de algun intento de dejar la morfina y un grave accidente de coche, triunfa en el Carnegie Hall de Nueva York, en 1958 graba otros de sus exitos mundiales; "Milord". Solo un año despues, Edith Piaf se desploma en un concierto en Nueva York y muy enferma vuelve a Francia: sola. Poco a poco va desapareciendo del mundo de la cancion exceptuando una serie de conciertos en el Teatro Olympia que estaba al borde de la quiebra. Unas actuaciones que llenas de emocion y entrega salvan el teatro y le sirven a Piaf para presentar su ultimo himno "Je ne regrett rien" que resume casi toda su vida y su forma de entenderla.
El gorrion de Paris muere a causa de un cancer hepatico en 1963 a los 47 años de edad dejando al mundo sin una de las mejores voces de su historia. El sufrimiento, el amor, la desesperacion, la alegria, el compromiso con la vida, de vivirla intensamente, de no dejar nada por hacer, nada por probar, nada por sentir, de agotarla hasta el final, todo concentrado en una voz, en un respiracion que no te deja indiferente y que seguira ahi para toda la eternidad. Merci beaucoup, Edith Piaf.
Gabriel Cordoba.