domingo, 19 de octubre de 2014

22. El reconocimiento y la escultura.

Pablo Gargallo, nacido en Zaragoza pero residente en Barcelona desde los siete años, es posiblemente uno de los escultores mas prestigiosos de nuestro país pero, curiosamente, aun no me he encontrado a nadie que sepa quien es, es mas, casi todo el mundo desconoce que es el creador de las esculturas de la Plaza Cataluña en Barcelona y de los caballos esculpidos en el escenario del Palau de la música también en la ciudad condal. 

Amigo de Picasso y Juan Gris pasó gran parte de su vida trabajando y aprendiendo en el barrio de Montparnasse, se enamoró de Magali Tartason y se casó con ella en 1915. Controlador de varios estilos nos dejó una obra maestra de la escultura contemporánea llamada "El profeta" en 1933 en la que conjuga dos estilos que de entrada pueden parecer muy diferentes, el cubismo y el expresionismo. Realizó además esculturas en honor de Greta Garbo y diferentes bustos como el famoso que le realizo a su amigo Picasso. 

Cada vez que pienso en Gargallo pienso en cuanta gente lo hubiera reconocido por la calle en el momento mas álgido de su carrera, me pregunto cuantos conocerían si se cruzaran por la calle a la gran actriz de teatro Carme Elias que este año ha enlazado tres grandes obras de éxito en Barcelona. A veces no puedo evitar pensar en que es el reconocimiento y como se gestiona en este país. Veo como adoramos mediaticamente a gente sin mérito alguno y obviamos a los que se merecen por su talento al menos un respeto en nuestros medios. ¿Es el sistema que nos merecemos? ¿Es el star system español respetable y sobre que pilares se sostiene? ¿De quien es la culpa de la escala de valores que se promocionan desde la televisión? Tal vez el problema tiene una compleja solución o un calado mas hondo del que parece, no es tan fácil como cambiar de canal, u optar por comprar otro tipo de prensa que no solo hable de fútbol. Porque para llegar a esas acciones uno antes debe tener consciencia, consciencia de que alimentas cada vez que en lugar de ver una exposición sobre alguien como Pablo Gargallo te quedas en casa viendo y dando audiencia a programas de corazón. 

Tal vez el problema de que la gente no conozca a nuestros verdaderos artistas no sea de ellos, sino de otras razones que tienen que ver mas con el dinero y la alienación. Creo firmemente en atajar los problemas de raíz, creo de verdad que aunque eliminemos según que programas o prensa no solucionaremos nada. ¿Que tal si desde niños nos enseñaran a apreciar el arte? ¿Que tal si fueran tan importantes las matemáticas como las salidas a los museos? ¿Que tal si se bajara el IVA en la cultura y se convirtiera en algo accesible para todo el mundo? Gargallo murió en diciembre de 1934 en Reus, su reconocimiento popular nunca llego, pero sus esculturas siguen ahí, deleitando nuestra vista, estimulando nuestro espíritu, inspirando un mundo mejor... aunque casi nadie sepa quien las hizo.

Gabriel Cordoba.
Novenoarte.